Caminé, te encontré me enamoré
Alegre la mañana y alegre el día;
Los pájaros cantan himnos al Mesías.
Y como no expresar mis sentimientos este día,
que a pesar de mi pequeñez envías
tu bendición y cariño para este que tenía
el corazón lleno de amargura y que le dolía.
Hoy estoy contento dicen el pájaro y el viento;
alegre la mañana en este convento;
en donde recibí el agua fresca para seguir poniendo
mi vida y mi voluntad en brazos del Dios eterno.
Espero en ti; ¡y el tiempo sigue corriendo!
ven pronto en mi ayuda que ya estoy envejeciendo.
Dame mucho gozo para seguirte sintiendo
fluir dentro de mí y no estar nunca más sediento.
En este último día quiero llevar herramientas;
para empezar ese cuarto día con la paciencia
de saber que mi destino se encuentra
en las mejores manos, llenas de sabiduría, amor y experiencia.