Yo quiero probar la alegría de tus labios,
quedarme con el dulce sabor de tu sonrisa.
Quiero quedarme en el brillo de tus ojos,
sentir el cuerpo cálido de tu piel,
volar en la luz de tu mirada, emborracharme de tu miel.
Me duermo contigo en tu silencio, mientras leemos tus secretos.
Mírame suavemente aquí dentro, lentamente de ida y de regreso.
Escucho los látidos de tus senos, las dulces gotas de tu sudor,
te hacen ver sensual. Me derrito si me miras, me estremezco si me tocas.
Tú eres todos mis poemas mujer. Tú eres el comienzo sin retorno.
Quiero probar la alegría de tus labios, quedarme con el dulce sabor de tu sonrisa.
Mañana en la mañana me despierto, veo tu rostro y me estremezco.