Rimándote

Rimándote

La puerta de tu cuarto se nos abre silenciosa,
cómplice de las caricias y testigo de los abrazos.
Cuando entramos en remolino de fuego
se aparta de los chispazos,
observando, cautelosa, la pasión de nuestros juegos
y luego...
La muralla refrescante nos acoge con ternura:
tú te cuelgas de mi cuello,
yo me aferro a tu cintura;
)))¡nos besamos...)))
)))...con locura!...)))
y un destello de luz pura se dibuja en tu sonrisa
y una brisa
)))...clandestina...)))
va meciendo la cortina cuando me abres la camisa
a toda prisa
...y entre risas...
te despojo del brasier y te libero de la falda
y el placer,
por tu espalda,
te recorre como un géiser que te moja y que te escalda,
te sonroja
(la emoción)
cuando bajas por mis piernas retirando el pantalón
y me arrojas...
al sillón,
y te montas en mis piernas cabalgando en mi erección.
¡Qué excitante...
...sensación!
Las aureolas de tus pechos son la dulce invitación
que me llama
a que lama
y devore con mi lengua tus botones de avellana
como flama,
¡calcinante!
te levanto hasta la cama entre suspiros anhelantes;
te recuestas...
insinuante,
pues la ruta al paraíso son tus piernas arrogantes
que conducen...
a tu gruta,
y entre ellas me deslizo como ofidio hasta tu fruta
que seduce
y reluce,
y mi lengua de cicuta entre tus labios se introduce,
te humedece...
que la use
como látigo y flagelo por el fuego que produce
y me susurras)))
...que te coja...
y te giras suavemente cual si fueras una hoja
que en mis brazos
se aloja...expectante.
Yo aprisiono tus caderas con un fuego crepitante
y tu me dices:
¡Adelante!
y me adentro en tu marea como un hábil navegante
con un rumbo...
oscilante, controlado,
que penetra en cada ola con la proa desafiante
y se levanta...
triunfante, extasiado.
Nos ponemos frente a frente y continuamos enlazados
con el cuerpo...
caliente, sudado,
bulliendo en la pasión hasta que al fin hemos logrado
nuestro punto
...deseado...
muy juntos,
acompasados...