Sexo : Cantidad de envíos : 1051 Puntos : 1870 Reputación : 113 Inscripción : 11/10/2008 Edad : 56 Localización : Málaga - Andalucía - España. Pais: : Comentarios : No son muertos los que descansan en una tumba fría;
son muertos los que teniendo el alma muerta, viven todavía…
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Tema: El niño que habitaba dentro de una botella. Jue Ago 16, 2012 4:07 am
Pienso en aquel niño que nació dentro de una botella. Tan fina y transparente que al principio sus padres no se dieron cuenta del cristal que lo envolvía. Fue creciendo dentro de la acogedora estancia sin prestar excesiva atención al mundo que existía al otro lado. El cristal se hacía más grueso e invisible a medida que el tiempo transcurría, el silencio pasaba menos desapercibido para su madre. A veces intentaba hablarle pero parecía no escuchar su voz dentro de la invisible burbuja. Puso mucho cuidado en decir esas palabras que pronto se convertirían en su altar privado. Dejándolas caer como monedas en un pozo de los deseos. A pesar de aquel vacío, madre e hijo compartían su ternura a través del cristal. Cuando el niño iba a la escuela, se aislaba del entorno en su espacio seguro. Los demás niños no podían ver el cristal y se burlaban de él. -¡Miradle!, parece tonto- Decían entre risas quienes que no distinguían la botella. Aquellos ojos que no devolvían la mirada, indiferentes, hostiles. Mientras, esperaba en silencio, víctima absoluta. Hasta su propia mente dudaba e impedía que se relacionara. Dentro se sentía seguro y protegido, pero a la vez desconectado de un mundo en el que tenía que aprender a respirar el aire insano que se hallaba en el exterior. Este aire "contaminado" no le alcanzaba y seguía manteniendo su pureza, la cual era motivo de burlas para aquellos que ya conocían la maldad y la utilizaban irónicamente para herir su inocencia. Su madre sabía de la existencia de aquel muro que tanto dolor les causaba a ambos. Pero lo que no podía entender era la crueldad que se hallaba en el exterior. Aun así deseaba liberar a su hijo de aquella cueva transparente, pero sin darse cuenta se iba adentrando en ella poco a poco. Traspasando el vidrio que, en vez de separarlos, los unía cada vez más. Hasta tal punto que, un buen día, la madre se dio cuenta de que ambos habitaban dentro del mismo cristal.
-Fin-
Derechos de autor: María del Carmen Tenllado yuste (Damablanca) Obra registrada en safe creative: 1205261703458